RETO MÓDULO 1. FUNDAMENTOS DE IGUALDAD - IGUALDAD EN LA UNIVERSIDAD

La Universidad suspende en Igualdad de Género 

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Como trabajador de una Universidad Pública, no dejan de sorprenderme noticias como la anterior. 

Las mujeres tienen una clara apuesta por formarse antes de acceder al mercado laboral, y los estudios lo avalan: el porcentaje de aprobados en las carreras universitarias siempre es superior, en el caso de las mujeres, que de los hombres.

Con estos datos sobre la mesa, a priori, podemos pensar que la Universidad es un espacio educativo donde existe igualdad. No obstante, la realidad es que la paridad de género en la Universidad se incumple del todo, tal como se puede comprobar en la noticia del encabezado.

Es muy triste admitir que, en el ámbito universitario, las mujeres siguen teniendo el denominado techo de cristal, una brecha salarial en aumento, una división sexual en puestos de trabajo y una creciente invisibilidad académica. 

En puestos directivos dentro de las direcciones universitarias, la mayoría son hombres, pero en el caso del Personal de Administración y Servicios, principalmente funcionario, con funciones administrativas, las mujeres son la gran mayoría. Se puede decir que esta feminización del PAS tiene su origen en la asociación de dichos puestos de trabajo al trabajo de cuidados, además de ser plazas públicas, en el que las mujeres ven una mayor estabilidad laboral a futuro.

En los últimos escalones de la carrera académica, se repite lo mismo, incumpliendo totalmente la Ley de Igualdad 3/2007: los hombres llegan a suponer casi el 80% de los Catedráticos y profesores eméritos. Las docentes universitarias, durante su carrera, tienen que hacer más horas de clase, y por tanto disponen de menos tiempo para investigar. Es muy llamativo que, a tenor de esto, existan cuatro Catedráticos por cada mujer Catedrática de Universidad. Esto se cumple también en carreras que, a priori, están muy feminizadas, como Ciencias Políticas y de la Administración, o en las carreras sanitarias, vinculadas de nuevo con la función pública a la que las mujeres prefieren acceder.

¿Dónde podemos ubicar el origen de estas desigualdades? Sin duda, las mujeres se han incorporado más tarde a la educación superior y al ámbito laboral, mientras que los hombres tienen un mayor recorrido temporal en el ámbito académico. Esto, hace que las mujeres no puedan competir en condiciones igualitarias en cuanto a méritos se refiere.

Es por esta desigualdad, que las mujeres optan por buscar estabilidad laboral, en puestos en principio más accesibles, puestos que les permitan conciliar la vida familiar y laboral. Por que sí, a la mujer desde siempre se la está educando en que tiene que ser la encargada del cuidado de los hijos y la responsable de los ascendientes cuando son mayores. Romper con el techo de cristal y con estas actitudes machistas no es fácil en la sociedad actual.

Cierto que se ha avanzado en el camino de la igualdad, sobre todo legislando al respecto. Pero el estado debe velar porque esas leyes se cumplan de facto, exigiendo responsabilidad a las empresas, pero también a las Administraciones Públicas que no cumplen en cuanto a paridad e igualdad.

Para velar por la anterior, en el caso de la Universidad de la Laguna, existe una Unidad de Igualdad de Género, responsable de coordinar, proponer, seguir y valorar el cumplimiento de la legislación sobre igualdad entre mujeres y hombres. También es responsable de la puesta en marcha de los planes y medidas que se propongan o apliquen para la promoción y logro de la igualdad efectiva en todos los ámbitos de la vida universitaria y en las relaciones entre universidad y sociedad. Además, actúa como un servicio de asesoría y recursos en materia de igualdad y de información periódica y sistemática sobre la situación y el desarrollo del principio de igualdad entre hombres y mujeres en la Universidad de La Laguna.